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Rincón de la Vieja: La Leyenda Detrás del Nombre

¿Alguna vez te has preguntado sobre el origen del nombre del volcán conocido como Rincón de la Vieja? La leyenda de Rincón de la Vieja se remonta aproximadamente a 600 años, rastreando sus raíces hasta la era precolombina en la cultura costarricense. Incluso antes del siglo XV, la tribu Curubandé habitaba el área de Guanacaste, principalmente en la región norte de Costa Rica. Aquí es donde comienza la leyenda.text

 

Cuando el romance desemboca en problemas:

En la región, una comunidad indígena florecía bajo el liderazgo de Curubandé, su Jefe. Entre sus posesiones más valiosas se encontraba su hija, dotada de habilidades excepcionales de curación. Ella conocía los beneficios ocultos de los baños de lodo volcánico, las aguas termales y las hierbas medicinales.

El destino la llevó a enamorarse de Mixcoac, un joven de una tribu rival, lo que enfureció a su padre, el Jefe Curubandé. Consumido por la ira, tramó separarlos. Engañó a Mixcoac para que asistiera a una reunión cerca del borde del volcán, donde lo embriagó en exceso. En un trágico enfrentamiento, el Jefe Curubandé mató a Mixcoac y arrojó su cuerpo al volcán.

En ese momento, Curubandá, la hija, llevaba en su vientre un hijo concebido por su amor. Desbordada por la muerte de Mixcoac, su dolor profundo la impulsó a tomar una decisión desesperada: huir y refugiarse en la cima del volcán.

a mountain with smoke coming out of it

La Tristeza de la Princesa:

Escondida dentro de la montaña, Curubandá aguardaba el momento del parto. Según cuenta la leyenda, sumida en el dolor y anhelando reunir a su hijo con su padre, liberó al bebé en las profundidades del cráter.

Con el transcurrir de los años, Curubandá se convirtió en una ermitaña, habitando en lo más profundo del corazón del bosque. Sus habilidades de curación prosperaron a través de sus interacciones con aquellos que buscaban consuelo. Sus milagros se propagaron en susurros, impulsando a la gente a recorrer largas distancias en busca de su toque sanador.

Durante décadas, Curubandá alivió incansablemente las cargas de aquellos que buscaban ayuda. Incluso después de su fallecimiento, algunos afirmaban escuchar sus ecos dolorosos en las cuevas de la montaña. 

El lugar se hizo conocido como “Rincón de la Vieja”, así es como obtuvo su nombre. El Parque Nacional Volcán Rincón de la Vieja se erige como un testimonio vivo de la leyenda de la Princesa Curabanda.

 

 

El Nombre Perdura:

Cuando los exploradores españoles llegaron durante la Era Colonial, cautivados por la historia, retuvieron el nombre. El 26 de noviembre de 1971, fue designado como distrito mediante el Decreto Ejecutivo 2077-G, segregándolo de Liberia, Costa Rica.

 

Descubrimientos Curativos, Todavía Relevantes:

Aunque la historia de Curubandá sigue envuelta en misterio, sus descubrimientos, incluidas las curaciones a través de las aguas termales y el lodo volcánico, persisten después de siglos.

En Vandará, creemos firmemente en los beneficios de los baños de lodo volcánico, las aguas termales y el poder curativo de la naturaleza.

 

Lodo Volcánico:

Ideal para el cuidado de la piel y el rejuvenecimiento, la riqueza mineral del lodo volcánico exfolia y limpia, promoviendo una piel más saludable y vibrante.

Como régimen de desintoxicación, el lodo volcánico elimina toxinas a través de la piel. El calor y los minerales ayudan a la circulación sanguínea y la oxigenación de  las células.